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La historia de por qué mi hijo no quería ser como Camilo Cienfuegos, pero ya quiere

César llegó ese día a la casa con una “mala noticia”. Así me dice cada vez que le sucede algo que no le gusta, a pesar de que le he explicado mil veces que fajarse con un amiguito en la escuela o que la maestra lo regañe no son malas noticias. Me dijo que la maestra le había arrancado una hoja de la libreta de Lengua Española y que se había puesto muy brava con él. César había escrito un texto sobre por qué no quería ser como Camilo Cienfuegos.

Fue el 28 de octubre, y todos los niños habían ido hasta el río San Juan de la ciudad de Matanzas, a tirarle una flor a Camilo. Como es tradicional llevaron su flor comprada, robada o pedida a la abuela, y estaban emocionados doblemente. Primero por la posibilidad de la excursión y la diversión que ello implica, y segundo, porque resulta emocionante creer que las flores van al encuentro del hombre de la barba grande y la sonrisa linda que un día se perdió en el mar.

Al regresar la maestra les contó la anécdota de cuando Camilo Cienfuegos y Fidel iban a jugar béisbol a principios de 1959 al hoy estadio Latinoamericano. Les dijo que en aquella ocasión le pidieron a Camilo que formara parte del equipo que jugaría contra Fidel. Entonces Camilo dijo la famosa frase de  “contra Fidel, ni en la pelota”. Y al final terminó haciendo de catcher.

Después de contarles el suceso la maestra les pidió que escribieran un párrafo que comenzara con la frase: Yo quiero ser como Camilo porque… César escribió que él no quería ser como Camilo, porque a él no le gustaba jugar béisbol, y menos si era de catcher.

La maestra se encolerizó. Por eso no ahondó más en el asunto. Y César, temblando de miedo, tampoco se pudo explicar, como después lo hizo conmigo en la tranquilidad de la casa.

Ese día en el estudio independiente su maestra le orientó  escribir el texto que había malogrado en la clase de Español. Pero antes yo le expliqué quién era Camilo, cómo había sido de niño, de joven, de adulto. Le hablé de su amistad con el Che, de lo valiente, jodedor y maldito que era.

Y entonces César escribió al fin que sí quería ser como Camilo Cienfuegos. Pero lo hizo convencido, y no por obligación. 

- El buzo que buscó a Camilo Cienfuegos en la inmensidad del mar


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