Pages

Showing posts with label Emilio. Show all posts
Showing posts with label Emilio. Show all posts

Jóvenes matanceros comparten con los agentes Emilio, Vladimir y Raúl

Los agentes Emilio, Moisés y Raúl (de izquierda a derecha)
Humano y profundo resultó el encuentro de los tres ex agentes de la Seguridad del Estado Emilio, Vladimir y Raúl con estudiantes de la enseñanza media y universitaria de la provincia de Matanzas, en el cine teatro Atenas de esta ciudad.

Moisés Rodríguez, Carlos Serpa y Dalexis González, los tres cubanos infiltrados en las filas de la disidencia cubana, y conocidos a través de la serie Las Razones de Cuba que transmitió la televisión cubana, conversaron con los jóvenes en un ambiente cálido y amigable.
Los tres mantienen lazos estrechos con la provincia de Matanzas. Serpa es cardenense. La mamá de Dalexis es natural de la Ciudad Bandera y Moisés, tiene a parte de su familia aquí. Entre ellos un tocayo que llegó para saludarlo, el humorista matancero Moisés Rodríguez (Roberto).

Carlos Serpa recordó emocionado al tío cardenense Emilio, combatiente del Playa Girón y a quien debe su seudónimo. Rememoró igualmente sus lazos con el periodismo matancero, en las emisoras Radio Ciudad Bandera y Radio 26.

“Yo reportaba noticias de los 14 municipios de la provincia. Y tengo recuerdos muy gratos, y también un dolor, porque la persona que me encauzó en el  reporterismo, el periodista  Manolo García, que se  hubiera sentido muy feliz, lamentablemente no está físicamente”.

Sobre el antiperiodismo que hacen los mal llamados periodistas independientes desde Cuba para Radio Martí dijo: “simplemente es un grupo de personas que reportan con el objetivo de cobrar dinero y vivir de eso. Los reportes no se verifican. Yo no le llamo periodismo, porque no hay ética, ni escrúpulos”.

Moisés relató momentos difíciles de su trabajo como agente. Uno de los peores fue cuando tuvo que participar en el simulacro de elecciones norteamericanas  que organizó el jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba en su propia casa, en 2004.

“!Qué trabajo pasé a la hora de llenar mi boleta porque realmente me dieron ganas de poner tantas cosas! Me dieron ganas de poner ¡viva Fidel!, ¡viva la Revolución!, ¡yanquis, go home (váyanse de aquí)! Al final menos mal que no puse ninguna, pero para mí fue muy difícil”.

Moisés, quien se hizo agente a los 21 años, confiesa que el momento cumbre en vida de agente encubierto fue cuando tuvo la oportunidad de impedir un atentado contra Fidel.

“Sobre mediados de los años 90, un elemento oportunista se acercó a mi y al Camaján, y en un momento dice: Elizardo si tú me entregas los recursos, yo puedo hacerle un atentado a Fidel Castro.

“Ya cuando hay un segundo encuentro esta persona menciona el lugar donde si el tuviera los medios hiciera esta acción. Yo lo comunico, y cuando la Seguridad Personal comprueba, realmente había posibilidades objetivas de realizarlo. Y yo me sentí muy orgulloso porque tuve participación directa para impedir que una acción como esa se llevara a cabo”.


Dalexis, parco en el hablar, pero con una inteligencia y entereza a toda prueba, aclaró que su seudónimo tiene doble significado: Raúl, por Raúl Castro, y porque es el nombre del amigo de toda la vida y oficial de la contrainteligencia que lo ayudó cuando no sabía que hacer con lo que le estaban proponiendo.

Sobre la intención de los enemigos de querer instalar redes ilegales en Cuba expresó: “lo están haciendo de manera selectiva. Están tratando de hacer redes sociales de personas que están, aparte de ilegales, en negocios que pueden en un momento determinado utilizarse para un segundo objetivo.

“Porque por ahí mismo se podría transmitir información si ellos lo desearan, sin control estatal ninguno. Es aparentemente inocente, pero no es así”.


En horas del mediodía, Emilio, Vladimir y Raúl se reunieron con jóvenes del Centro de Instrucción Provincial del MINIT, en la zona industrial de Matanzas, a quienes explicaron cómo llegaron a ser agentes y el costo inmenso para sus vidas.

Que Moisés no pudiera retratarse con su hija el día que le pusieron la pañoleta azul, que Serpa estuviera 10 años sin hablarle ni poder visitar a su madre en Cárdenas o que el abuelo de Dalexis le hubiera puesto más alto el volumen al discurso de Raúl el día que Robert Guerra, el jefe de Fredon House se reunió con él en su casa, son solo algunos ejemplos de los momentos que les tocó vivir.

Los tres revolucionarios cubanos coincidieron en que Las Razones de Cuba es una serie realizada para los jóvenes, para que el mundo sepa que la juventud cubana no está perdida ni desviada.

Dalexis, el más joven de los tres agentes fue escueto, pero muy claro cuando les dijo: "hoy está el iphone 3, mañana está el iphone 4, pasado sale el iphone 5, pero los principios de uno no pueden cambiar junto con esa tecnología.   No se dejen usar por la tecnología, ¡úsenla y que ella no los use a ustedes!”


El precio de ser espía

Un colega de estudios que ya no vive en Cuba me escribía, ante la noticia de la desarticulación de los agentes de la Seguridad del Estado Carlos Serpa (Emilio) y Moisés Rodríguez (Vladimir), que los espías le causaban repulsión de cualquier lado que estuvieran.

Y esa es una idea que comparten muchas personas en el mundo; tal vez con un poco de razón, pero tal vez, y en mayor medida, injustamente.

Digo que tal vez tenga razón mi colega, porque en la historia de la humanidad, que es larga también en cuestiones de espionaje, ha habido espías dobles, y triples; espías que se han vendido, que han traicionado; espías que al final no saben ni para qué ni por qué trabajan.

Pero ese no es el caso de los agentes cubanos Carlos Serpa, ni Moisés Rodríguez. Ellos infiltraron la disidencia cubana, convencidos de que Cuba no necesita los cambios que la contrarrevolución propone, convencidos de que no existe una disidencia cubana justa con argumentos sólidos, y que son solo un grupo manejado y pagado desde Miami.

Ser agente o espía es vivir al borde de un abismo. Y que conste que no va implícita en estas líneas mi experiencia personal o cercana, ni siquiera la de un amigo. Solo las referencias que me han llegado a través de los medios, sobre todo, de seriales televisivos.

Un agente se expone en todo momento. ¿A cuántos peligros se expusieron los agentes Emilio y Vladimir? A todos los imaginables. Muchas personas podrán decir que en todo ese tiempo disfrutaron de los beneficios del dinero que llegaba de Miami, de los viajes y de las relaciones.

Pero ¡a qué precio! Al precio de fingir, al precio de tener que sonreír cuando tenían ganas de cantarles su verdad a quienes les rodeaban, al precio de soportar las mentiras, las manipulaciones y las burlas a la inteligencia humana.

Al precio de recibir el rechazo de sus familias, la incomprensión. Al precio de que sus hijos no los entendieran, de que crecieran pensando que tenían un padre disidente, con mil confusiones cuando en la escuela les hablaban de Revolución.

La vida de agente es difícil. Sobre todo porque muchos ni siquiera viven para hacer el cuento. Los descubren, y van presos o les arrancan la vida. Muchas veces su trabajo permanece en el anonimato para siempre, porque la causa así lo requiere.

Emilio y Vladimir hoy son mirados con respeto en Cuba. El alivio para ellos debe ser inmenso. Poder ser uno mismo es la mayor satisfacción que puede tener una persona. Poder mirar de frente a su familia, a los vecinos y a los compañeros de trabajo.
Carlos Serpa y Moisés Rodríguez en la Universidad de La Habana

La sorpresa fue enorme. Sus revelaciones responden a una estrategia para desenmascarar a la disidencia cubana y a sus planes de levantamientos y desorden interno. Para que el mundo entienda que no hay disidentes reales en Cuba, sino payasos interesados en el dinero o el premio de la emigración acomodada.

Ambos han hecho quedar en ridículo a la disidencia cubana. Incluso mi colega, que no está de acuerdo con el sistema imperante en Cuba, que odia a Fidel y lo considera un dictador, estará de acuerdo conmigo en que esa disidencia es falsa en su esencia, que está basada en la sinrazón y la falta de principios.

A mí me encantó ver a Serpa y a Moisés cantando sus verdades. Me pareció una jugada maestra. No sé a mi colega, de quien de paso debo aclarar, siempre he sospechado, que es un agente de la seguridad cubana.

Materiales de apoyo sobre la historia del espionaje 
- Breve historia del espionaje 1
- Breve historia del espionaje 2

Para conocer a los agentes de la Seguridad de Estado Emilio y Vladimir


- Entrevista a Carlos Serpa

- Con Moisés Rodríguez

- Pruebas de que EEUU financia la “disidencia”: Dos agentes cubanos en sus filas (+ Fotos y Video)

Search This Blog

Followers